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5 mitos sobre la nube privada... ¡cazados!

Desde 2003, el programa Cazadores de Mitos (MythBusters) es un clásico televisivo para mentes curiosas de todo el mundo (y, más recientemente, ha tenido el honor de ser el origen de diversos memes en Internet). Pero muchas cosas han cambiado desde 2003, y no estamos hablando solo del final de la dinastía de los Cazadores de Mitos. Más bien estamos pensando en la explosión del mercado del cloud computing. En 2006, Amazon lanzó AWS y, poco tiempo después, Microsoft presentó Azure.

No es de extrañar que, cuando la gente piensa en la "nube", lo primero que le venga a la cabeza sea la nube pública, a menudo en forma de Amazon o Azure. El resultado es que no han sido pocos los mitos y las ideas equivocadas en torno a la nube privada, lo que ha llevado a muchas empresas a preguntarse: "¿realmente puede ser suficiente la nube privada o la nube pública?".

Analicemos los hechos, como hacen en Snopes, y abordemos 5 mitos con que nos hemos encontrado a lo largo de los años para ver si se sostienen.

  1. La nube privada no es ágil ni escalable

    El origen de este mito es bastante claro: la nube pública es conocida por permitir a los usuarios tomar decisiones rápidas con respecto a su trabajo, simplificar las operaciones internas y la prestación de servicios y, por supuesto, escalar cargas de trabajo masivas. Por lo tanto, muchas personas asumen que una nube privada no puede hacer ninguna de esas cosas.

    Una nube privada, como cualquier arquitectura, funcionará mejor si su infraestructura es segura y sencilla. Una base de infraestructura hiperconvergente (HCI) es la mejor apuesta para el núcleo de su nube privada, ya que le permite ejecutar cargas de trabajo en nodos ilimitados, implementar su infraestructura en minutos, reducir la huella de su centro de datos y mucho más.

    ¿Podría construir su nube privada sobre una infraestructura tradicional de varias capas? Pues sí, pero estaría sacrificando sin necesidad la sencillez de HCI por mantener el statu quo.

    Veredicto: mito (pero HCI es la clave).

  2. Gestionar una nube privada resulta complejo y costoso

    En realidad, tiene muchas oportunidades para automatizar su nube privada. Y, si en el futuro desea migrar a un modelo híbrido o multicloud, es una buena idea empezar ahora a invertir en la automatización. (Pero, por si no nos cree, aquí verá lo que GigaOm tiene que decir al respecto.)

    La automatización le permite ofrecer un modelo de autoservicio que le otorgue a su personal de TI la libertad de aprovisionar recursos rápidamente y simplifica y acelera los flujos de trabajo que, de otro modo, podrían constar de 50 pasos manuales o más. Ah, y puede establecer normas automatizadas de seguridad y cumplimiento que identifiquen y remedien problemas de seguridad sobre la marcha.

    En cuanto a los costes, veamos los datos de IDC. De media, los clientes de la nube privada pueden reducir su TCO en un 62%, aumentar su ROI en un 477% en 5 años y con un período de amortización de 9 meses, y reducir los costes de la nube en un 50% con una optimización continua.

    Veredicto: mito.

  3. La nube privada es solo para pequeñas y medianas empresas

    Este es otro mito con orígenes fáciles de localizar. En general, es probable que las empresas más grandes tengan más cargas de trabajo y aplicaciones que pueden ejecutarse (y de hecho lo hacen) en una nube pública, que tiene una capacidad ilimitada para manejar estas cargas de trabajo. Pero en realidad, independientemente del tamaño de la empresa, al menos un 75% de todas las cargas de trabajo se incluyen dentro de la categoría de "previsibles", y estas cargas de trabajo se ejecutan mejor en una nube privada (que cuesta aproximadamente la mitad que la nube pública).

    Por no mencionar que no hay dos nubes privadas idénticas. Una nube privada es totalmente personalizable, lo que le permite abordar las prioridades y los desafíos que su empresa considere más importantes. A partir de ahí puede añadir funciones a medida que avanza, como automatización, autoservicio y microsegmentación.

    Entonces, ¿cuál es la conclusión? El tamaño de su empresa no importa, puede construir lo que necesite y expandirlo cuando sea necesario.

    Veredicto: mito.

  4. Tengo que construir una nube privada yo mismo

    ¡Un mito que tiene algo de cierto! Es cierto que puede construir una nube privada usted mismo, y muchas empresas eligen hacerlo. Este proceso comienza con la elección de la infraestructura, la implementación de la automatización, la creación de un catálogo de autoservicio y otros pasos. Se trata de una opción totalmente viable, pero las nubes privadas no tienen por qué crearse internamente.

    Algunos proveedores de nube externos, como Nutanix, HPE y VMware, ofrecen el control y la seguridad que las empresas esperan de la nube privada, pero sin el trabajo de tener que crear la suya propia desde cero. Además, algunas de estas nubes proporcionadas por proveedores vienen precargadas con servicios automatizados, por lo que se necesita menos configuración en el futuro.

    Veredicto: mito (¡pero se puede!)

  5. No puedo tener acceso a una nube pública o híbrida si tengo una nube privada

    ¡Claro que se puede! Al fin y al cabo, el 85% de las empresas afirman que la nube híbrida es su modelo de cloud computing preferido. Por desgracia, no hay suficientes empresas que sepan cómo migrar las cargas de trabajo a una nube pública manteniendo al mismo tiempo la interoperabilidad con su entorno on-premise. Ahí está la pega: puede tener un entorno de nube tanto pública como privada, pero debe poder trasladar cargas de trabajo de una a otra a demanda.

    Aquí tiene una lista rápida de características que puede necesitar para facilitar este traslado:

    • Copia de seguridad en la nube
    • Escritorio como servicio (DaaS)
    • Migración de aplicaciones sin necesidad de reequipar o reestructurar.

    En última instancia, su infraestructura es la clave del éxito independientemente de la arquitectura de nube que elija. ¿Por qué hacer las cosas más difíciles de lo que tienen que ser? En serio. Descubra lo fácil que es ejecutar una nube privada en esta prueba gratuita, sin necesidad de hardware o configuración.

    Veredicto: mito.

¡Un momento! ¿Qué pasa con...?

No se preocupe. Si tiene más preguntas o dudas sobre la nube privada, el libro electrónico "Respuestas a las 20 preguntas más frecuentes sobre la nube privada" seguramente las cubrirá todas.

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