El edge computing es un enfoque en el que los datos recopilados se procesan en la periferia (o edge) de una red en lugar de enviarse a un servidor centralizado para su procesamiento y almacenamiento. El objetivo del edge computing es procesar los datos en su fuente originaria o lo más cerca posible.
Por ejemplo, una cámara de vigilancia con capacidades de edge computing puede capturar datos y procesarlos inmediatamente allí mismo en lugar de enviarlos a un servidor alojado en la sede central para su posterior procesamiento y análisis.
Las empresas utilizan cada vez más el edge computing para acelerar la toma de decisiones y los tiempos de respuesta a los incidentes. Permite que las empresas se beneficien de la información en tiempo real y alivia la carga de procesamiento de los centros de datos centralizados. El procesamiento de datos en el edge significa que el dispositivo no envía grandes cantidades de datos sin procesar a los servidores centrales, sino que solo envía la información y el análisis para su uso posterior.
Antes del edge computing, todos los datos producidos en un endpoint, ya sea la estación de trabajo de la oficina de un empleado o una cámara de vigilancia en un almacén remoto, tenían que transmitirse a un centro de datos para ser procesados y almacenados. Las aplicaciones analizaban los datos, recopilaban información y luego (cuando correspondía) enviaban información al dispositivo.
El edge computing hace que el procesamiento de datos sea rápido y eficiente:
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Dado que el edge computing se basa en una arquitectura de TI distribuida, a veces se usa indistintamente o se confunde con el cloud computing o el fog computing. Si bien estos tres enfoques tienen algunas similitudes, como su arquitectura distribuida y la ubicación de los recursos de almacenamiento y procesamiento más cerca del punto de origen de los datos, no son lo mismo.
El cloud computing es posible gracias a un enorme número de servidores repartidos por todo el mundo. Cuando utiliza AWS, por ejemplo, sus datos se almacenan y se procesan en uno de sus centros de datos en lugar de en su propia infraestructura on-premise. Podrían estar más cerca del punto de origen de los datos que su centro de datos, pero sigue sin poder considerarse como edge. Los datos recopilados todavía deben enviarse a uno de estos centros de datos para su análisis.
El fog computing es útil en situaciones en las que los dispositivos edge se encuentran en un área muy grande, como en un edificio inteligente. Podría haber cientos de dispositivos edge en ese entorno y los datos que recopilan deben agregarse, procesarse y analizarse juntos para obtener los mejores resultados. Por lo tanto, el fog computing le permite colocar recursos de almacenamiento y procesamiento dentro de ese entorno, pero separados de cualquier dispositivo individual, porque ningún dispositivo podría contener suficiente potencia de procesamiento para gestionar datos de todos los demás.
Si bien el edge computing acelera el procesamiento de datos y la toma de decisiones, conlleva algunos desafíos, como por ejemplo:
Mayor complejidad de la infraestructura: los dispositivos edge de una empresa pueden contarse por miles, y cada uno conlleva una mayor necesidad de mantenimiento y gestión. Eso se traduce en un incremento de actualizaciones de software, implementaciones, aprovisionamiento y supervisión.
Preocupaciones en materia de seguridad: si bien el edge computing puede aumentar la seguridad de los datos en ciertos aspectos, garantizar la seguridad de un gran número de dispositivos es más complicado.
Problemas de conectividad: aunque no transmiten datos brutos a una ubicación centralizada, los dispositivos edge deben enviar los datos analizados a algún servidor. Si se interrumpe la conexión a internet en el lugar donde se encuentra el dispositivo, una organización que dependa de la transmisión puntual de esta información puede tener grandes problemas.
Eficiencia del almacenamiento: dado que los dispositivos edge tienen recursos de procesamiento y almacenamiento limitados, el departamento de TI tendrá que decidir a en ocasiones qué datos almacenar y procesar localmente y cuáles enviar a los servidores on-premise o a la nube.
Por suerte, en la actualidad hay una amplia gama de soluciones disponibles que están diseñadas para ayudar a las empresas a superar estos desafíos de edge computing.
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A medida que el edge computing gana popularidad, surgen más casos de uso, como por ejemplo: